22 de diciembre de 2011

Capítulo 4.

                                      Un encanto peculiar.

La infancia no va de una edad concreta a otra.
El niño crece y abandona sus infantilismos.
La infancia es aquel reino en donde nadie muere.


Sarah.
Emma por fin se despertó, ¡menos mal! Estaba desesperada por que me maquillara, necesitaba que me quitara esas asquerosas ojeras.


Mientras Emma me maquillaba le daba vueltas a un montón de asuntos, como que me podía encontrar a algún ídolo en la vuelta de la esquina.
Me habían dicho que Linkin Park actuaba este verano en Inglaterra, aparte de Maroon 5 y Gym Class Heroes, si los veía en la calle, me daba algo. ¡Amo esos grupos! La monda sería ver a The Wanted, es mi grupo favorito hasta ahora, son increíbles, me casaría con todos y cada uno de ellos, son irresistibles. Tengo hasta la funda de mi BlackBerry Curve 8520 con una foto de ellos y estoy orgullosa.




Emma por fin terminó de maquillarme y de pintarme las uñas, se me había apetecido que me las pintara, me encanta pintarme las uñas. Como eran de secado rápido, se secaron en 5 minutos y me dio tiempo de hacerle un peinado muy bonito a Emma. Ella quería que se lo alisara, pero yo le hice unas suaves ondas con la plancha y se le quedó un peinado adorable.
A continuación nos vestimos y almorzamos una pizza de jamón, queso y champiñones, nos aseamos echándonos desodorante y colonia y más tarde fuimos a despedirnos de nuestras mejores amigas del instituto llamadas Valentina y Nicole a las que echaríamos de menos.
Después de pasar una pequeña parte de la tarde con nuestros amores, nos fuimos al aeropuerto, ya eran las 15:00 y el avión con destino Tenerife-Gran Canaria abarcaría a las 16:00.
Mis padres no dijeron nada de nada en el coche, Emma y yo tampoco. Teníamos miedo de que dieran media vuelta y llenos de desamparo nos dijeran que no querían separarnos de nosotras, que escogiéramos alguna prestigiosa universidad en España, no tan lejos. Al final no pasó nada, aparcamos el coche en el parkin gratuito que se encontraba cerca del aeropuerto y entramos, facturamos las maletas y nos despedimos de  nuestros padres, ya que los padres de Emma y su hermano pequeño Carlos habían ido a la misma hora que nosotros al aeropuerto para también despedirse de mi. Entre abrazos, llantos y penumbra nos subimos al avión.
___________________________________________________________________

Emma.
Entré al avión viva de milagro ya que me tropecé en la rampa de las escaleras y me caí encima de Sarah al "intentar sentarme".
El viaje no resultó pesado por que llevaba mi libro favorito a mano, se titula "Desde mi cielo" y lo releí para entretenerme mientras Sarah escuchaba música en su iPod Touch. La tenía a tope, la pude identificar, era "What makes you beautiful" de One Direction, desde que los escuchamos en MTV nos encantó ese grupo.
Aterrizamos y cogimos el otro avión con destino Londres. Este viaje si que se me hizo largo, pero lo compensé cogiendo el iPod de Sarah para escuchar música, ella se había quedado dormida aunque yo había intentado dormirme junto a ella, pero no lo conseguía.
Encendí su iPod cuando el avión terminó de elevarse para que las azafatas no me echaran la bronca y empecé a escuchar "Everything I ask for" de The Maine y poco a poco, me quedé dormida.

*Sueño*
-Desconocido: Estoy cansado de esto, nunca creí que podía odiar algo de ti, pero es así. Nunca creí que podía sentir desprecio por algo que estuviera en tu interior. ¿Sabes qué es? Tus inseguridades tienes que aprender a quererte, a dejarlas a un lado y vivir tu sueño.
-Yo: Ya lo hago.
-Desconocido. Sí pero, ¿junto a mi? Tienes que disfrutar, yo solo quiero e intento lo mejor para ti. Quiero que veas que eres perfecta. ¿Te he dicho que adoro tus ojos azules?
-Yo: Creo que te equivocas, me mientes cada vez que abres la boca, el único perfecto aquí eres tu, ¿te queda claro?
-Desconocido: No entiendo como una persona tan maravillosa como tú puedes tener tanto miedo a ser rechazada.
-Yo: Ahora no, por que tú me has enseñado, me has dado ganas de vivir y me has enseñado que cada segundo hay que ser feliz, tengo que hacerlo por ti, por todo lo que pasaste años atrás...
-Desconocido: ¿Me amas?
Me cogió de la cintura y me miro atentamente con esos preciosos ojos marrones. Sentí una necesitada enorme de abalanzarme sobre él, era tan perfecto.
-Yo: Claro que te...
-Desconocido: No digas más. .dijo colocando su dedo índice en mi boca.
Más tarde colocó sus carnosos labios sobre los míos y  le besé como nunca había besado a nadie en mi vida. Me sentía tan bien. Era una delicia, no quería separarme de él, me alegra haberle conocido, ahora mismo soy feliz, y de verdad. 
*Fin del sueño.*

Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario