28 de diciembre de 2011

Capítulo 7.

                                          Con luz propia.

       Persigue tu sueño. Trabaja duro, inspira y sé inspirado. - Nathan Sykes.

Sarah.
Nos despedimos de Gemma cuando la madre de Harry vino a recogerla y entramos al vehículo.
-Yo: No pregunte por esto -le dije al taxista mientras señalaba a Emma-
-Taxista: ¿A donde chicos? -miró hacia atrás preocupado.
Abrí mucho los ojos, ya le había dicho a Harry que no sabía donde vivía, solo había visto y descargado la foto de el apartamento y de sus alrededores por Internet, así que decidí sacar mi BlackBerry y enseñarle la foto de la calle en donde nos hospedábamos.
Harry la miró atentamente y le dijo un nombre muy raro y largo al taxista, sería el nombre de la calle o la urbanización, lo supuse aunque no me había molestado en leer y buscar en algún mapa nuestro piso, que alborotada soy.
Durante todo el viaje estuvimos muy callados, solo se escuchaban nuestras respiraciones y el sonido de la radio, sonó una canción que me gustaba mucho, era "Love love" de Take That y la tarareé, Harry se unió a mi concierto y cantó conmigo, tenía una voz muy bonita, se lo comenté y me dio un fuerte abrazo.
-Harry: Hablando en serio, ¿no os importa, de verdad, que me quede con vosotras hasta mañana por la mañana? Tú sola no podrás cuidar de Emma y deshacer las maletas, colocar las cosas, comprar comida para llenar la despensa y demás, me encantaría ayudaros, estoy involucrado en esto, si Emma no se hubiera parado a hablar conmigo cuando cogió su gorro, aquel pervertido no la hubiera pegado. ¡Mira su cara! Le sangran la herida de la mejilla, aquel hombre osó pegar a una adorable muchacha que era la mitad que él, ¡ahora mismo podría dar la vuelta y buscarlo!
-Yo: Harry, no vale perder el tiempo con gente tan indeseable, déjalo por favor. Por cierto, me llamo Sarah, ha sido un placer conocerte, hemos tenido suerte de que hayas sido tú quien nos ha ayudado y hayas sido tú con quien Sarah se topó en la pista de aterrizaje, no podría imaginar lo que hubiera pasado si ella se hubiera topado con aquel hombre antes...
Mi voz se ahogó, no podría emitir nada, me sentía vacía y se veía en mi cara paralizada, se me iba a salir el corazón por la garganta.
Llegamos a nuestra vivienda en un periquete, no estaba muy lejos de allí, quizás unos veinte minutos de duración tuvo el trayecto. Nos bajamos de el coche dejando a Emma sentada en uno de los asientos de atrás para que no tuviéramos problema alguno al intentar sacarla. Ayudé a Harry a cogerla en brazos, pero antes él me había ayudado a sacar todas las maletas de el coche. Intentamos por todas las maneras posibles llegar los dos a salvo a nuestro piso con Emma en brazos. Abrimos el portal de el edificio en donde se encontraba mi nueva vivienda y entramos en el ascensor, pulsé el número 3.
Harry posó una atenta mirada en mi, hice como si no me hubiera dado cuenta de que no me sacaba los ojos de encima, así que empecé a tararear. Harry se carcajeó de mi por fingir tan mal, la verdad, se me da muy mal mentir, igual que a Emma. El ascensor iba realmente lento a decir verdad. Disimuladamente lo miré por el rabillo de el ojo y lo volví a pillar mirándome fijamente con aquellos claros ojos, me sonrío y miro mis labios. Me sonrojé, volteé mi cara hacia el lado opuesto de donde se encontraba él y empecé a peinar mis preciados rulos. Se acercó más a mi, poniendo la escusa de que si Emma se despertaría en ese mismo momento, él tendría espacio para poder colocarla en el suelo por el otro lado del ascensor. Se acercó, se acercó y se acercó más a mi. "Tienes un pelo increíble, son unos rulos parecidos a los míos, muy monos" dijo con amabilidad. Siguió mirando mis labios y se apartó un poco de mi al observar que la tristeza recorría mi rostro en aquel bonito momento.

*Flashback*
-Mamá: Sarah, la comida está lista.
-Yo: No quiero comer.
-Mamá: Cariño, come.
-Yo: ¡HE DICHO QUE NO! -grite engullida en lágrimas.
-Mamá: Esto me está empezando a preocupar. Tienes amigos que te ayudan, pero no te das cuenta, ¿desde cuándo no vas a casa de Emma, o de Valentina? No comes, no te diviertes como hacen las chicas de tu edad y no sales de tu habitación si no es necesario, ¿necesitas algún tipo de ayuda?
-Yo: ¿Qué ayuda, pretendes que asista a unas reuniones innecesarias con el loquero, quieres eso?
-Mamá: No digo, solo te digo que lo pasado pasado está, nadie merece tus lágrimas, ¡él nunca volverá, no lo sigas esperando!
-Yo: Yo no espero a nada ni a nadie, no tienes corazón.
-Mamá: ¿Ah, sí?
-Yo: La semana pasada hicieron 3 meses de el accidente.
-Mamá: Lo siento mucho, pero no puedo permitir que mi hija no viva, para mi estás muerta, te arrastras sobre tu propia asquerosa vida y no sabes apreciar lo que tienes ahora.
-Yo: ¡CÁLLATE, NADIE SE MERECE MIS LÁGRIMAS, YA LO SÉ!
*Fin de el flashback*


De repente, una lágrima bajó hasta la comisura de mis labios y se abrió la puerta de el ascensor. Salí corriendo de allí con nuestras maletas, dejando a Harry y a Emma atrás, no quería que Harry viera en que penumbra vivo. Sentí que él caminaba detrás de mi lo más rápido que podía, pero con Emma en los brazos no podía, no sé pro que pero eso me hizo sentirme realmente bien, las penas solo las entienden las que las sufren, nadie más, por eso salí corriendo de aquel extraño lugar, no quería que me preguntara que me pasaba.


"Aunque te reveles contra todo y todos, siempre habrá algún que otro infeliz que seguirá perjudicando y haciendo desgraciada tu vida."


Continuará.

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